El Árbol
v Colócate de pie y lleva el peso del cuerpo hacia el pie izquierdo.
v Dobla la pierna derecha, coge el tobillo y acerca la planta del pie a la ingle de la otra pierna, con los dedos del pie hacia el suelo. El centro de la pelvis encima del pie izquierdo y el derecho rota internamente empujando la rodilla hacia la línea media.
v Estira los brazos por encima de la cabeza, une las palmas de las manos y lleva el cóxis hacia el suelo. La mirada centrada.
v Efectúa el cambio a la otra pierna.
Beneficios:
v Fortalece los muslos, pantorrillas, tobillos y la columna vertebral.
v Estira el interior de los muslos, las ingles, pecho y hombros.
v Mejora el equilibrio.
v Reduce el dolor ciático y los pies planos.
v Aporta seguridad en uno mismo y equilibrio emocional.
El Guerrero 2
v Colócate de pie, separa las piernas y gira el pie de la pierna adelantada 90º y el otro, 60º. Enráiza las plantas y lleva la energía de un talón a otro.
v Estira los brazos paralelos al suelo con las palmas de las manos hacia el suelo.
v Dobla la pierna izquierda hasta que el muslo quede paralelo al suelo, la rodilla en línea con el talón y el cóxis empuja hacia el talón de la pierna posterior.
v Gira la cabeza a mirar la mano del brazo que está sobre la pierna adelantada.
v Alarga los costados desde la pelvis ensanchando los hombros. Mantén el torso firme.
v Cambia al otro lado.
Beneficios:
v Flexibiliza y mejora el riego sanguíneo a las piernas y los tobillos.
v fortalece y estira pecho, hombros, región pélvica y órganos abdominales.
v Mejora la postura, el equilibrio y la resistencia.
v Previene el lumbago, pies planos y ciática.
Perro cara arriba
v Tiéndete boca abajo y coloca las palmas de las manos sobre la esterilla, con los dedos estirados a la altura de los hombros.
v Estira los brazos y arquea la espalda hacia atrás despegando las caderas y las piernas del suelo.
v Mantén los muslos firmes y girados hacia adentro y los brazos firmes de forma que la parte delantera del codo mire adelante.
v Tiende a juntar los omóplatos, de forma que el esternón suba y vaya hacia delante, manteniendo la caja torácica atrás, para no endurecer la zona lumbar.
Beneficios de esta postura:
v Flexibiliza la columna vertebral aportando flujo sanguíneo extra.
v Fortalece y revitaliza músculos de brazos, hombros, muñecas, abdomen, cintura y pectorales. Afirma los glúteos.
v Fomenta la creación de espacios intervertebrales.
v Estimula órganos abdominales y pulmones.
v Alivia la fatiga y la ciática y es aconsejable en casos de asma.