La Montaña
v Colócate de pie con los dedos gordos de los pies tocándose, distribuye el peso del cuerpo sobre los pies y gira los muslos hacia adentro. Lleva el cóxis hacia las rodillas apilando orejas, hombros, pelvis y talones.
v Deja los brazos a los lados del cuerpo, con la parte interna del codo hacia adelante y los hombros atrás. Mantén la mirada al frente. Mantén la mirada al frente.
v Lleva energía desde los talones a la pelvis y desde esta estira tu cuerpo elevando el esternón al techo, sin echar la caja torácica adelante, y siéntelo alineado.
Beneficios de esta postura:
v Fortalece y tonifica los músculos del abdomen, de las piernas, rodillas, tobillos y reduce los pies planos.
v Mejora la postura, el equilibrio.
v Previene y alivia el dolor de espalda, dolor de cuello y ciática.
Triángulo Extendido
v Colócate de pie, separas las piernas y pon los brazos en cruz con las palmas de las manos hacia abajo.
v Gira los dedos del pie derecho hacia adentro y los del izquierdo hacia afuera 90º. Alinea los talones. Pon firmes los muslos y gíralos hacia dentro llevando después el que está delante hacia afuera, llevando el cóxis hacia el pubis.
v Sitúa todo el cuerpo en el mismo plano. Flexiona el tronco, desde la ingle, no desde la cintura, hacia la pierna adelantada. Presiona la parte externa del pie de la pierna trasera con fuerza hacia el suelo y mantén este muslo firme hacia el techo.
v Deja la mano sobre la pierna o en el suelo y lleva el cóxis hacia el talón de la pierna trasera.
v Mantén estirados los brazos y gira la cabeza para mirar al techo. Junta los omóplatos y aleja el hombro del cuello para mantener la columna y las cervicales en una línea natural.
Beneficios de esta postura:
v Fortalece y flexibiliza la musculatura de las extremidades inferiores, la columna vertebral, los hombros, del pecho y del cuello, caderas, piernas y pies.
v Mejora el equilibrio y la digestión.
v Alivia dolor de espalda, cuello y ciática.
v Reduce los síntomas de la menopausia y el estrés.
Flexión hacia adelante
v Colócate de pie con los pies paralelos, al ancho de las caderas y lleva la pelvis un poco atrás.
v Flexiona el tronco adelante y empuja atrás los fémures hacia los muslos que giras hacia adentro.
v Mantén empujando la cadera hacia arriba para evitar colapsar con la gravedad y aprovechar al máximo la exhalación en la caja toráica, separando las costillas.
Beneficios de esta postura:
v Estira y revitaliza todos los músculos de la parte posterior del cuerpo, y la columna vertebral.
v Estimula el sistema circulatorio lo que aporta más cantidad de sangre a la parte alta del cuerpo, cerebro, pulmones, corazón, glándula tiroides.
v Masajea órganos y vísceras del abdomen.
v Evita rigidez física, tensión, estrés y fatiga.
v Ayuda a la relajación, concentración y atención.
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